La prórroga europea a la fabricación de motores de combustión ha sido algo así como la “segunda juventud” del diésel y la gasolina: cuando muchos ya los estaban jubilando, Europa ha dicho “espera, que igual aún nos hacéis falta un rato más”.
Durante años se ha repetido el mantra de que a partir de 2035 solo se matricularían coches nuevos 100% eléctricos en la Unión Europea.
Ahora el escenario es más matizado: se abre la puerta a que sigan fabricándose motores de combustión siempre que utilicen combustibles sintéticos (e-fuels) neutros en emisiones, y la transición se vuelve más gradual.
Traducido para turismos y furgonetas:
El coche de combustión no desaparece de un día para otro.
La convivencia con híbridos, eléctricos y futuros e-fuels será larga, especialmente en flotas y vehículos de trabajo.
Lo que significa para tu coche (y para tu bolsillo)
Para el conductor medio y el pequeño empresario con furgoneta, esta prórroga tiene varias consecuencias prácticas:
Tu coche de combustión no se convierte en “pieza de museo” en 2035. Podrás seguir usándolo y reparándolo muchos años más.
El mercado de segunda mano de gasolina y diésel no se hunde de golpe, porque hay horizonte de uso y reparación.
Los talleres seguirán teniendo una base de clientes con motores de combustión durante mucho, mucho tiempo.
En otras palabras: si tienes un turismo o una furgoneta de trabajo que cuidas bien, no necesitas cambiarlo mañana por miedo a que se quede “fuera de la ley”.
Convivencia: eléctricos, híbridos y combustión, todos a la vez
El futuro inmediato no es “o eléctrico o nada”, sino un parque móvil mixto:
Eléctricos puros: ideales para ciudad, empresas con rutas fijas y quien pueda cargar en su garaje.
Híbridos e híbridos enchufables: puente perfecto para quienes combinan ciudad y carretera.
Combustión de nueva generación y e-fuels: motores más eficientes, pensados para recorrer muchos kilómetros, furgonetas y vehículos que trabajan duro cada día.
Para los talleres y recambistas, esto significa aprender nuevas tecnologías… pero sin dejar de lado la mecánica de toda la vida. Se repararán baterías y cargadores, sí, pero también turbos, inyectores, filtros de partículas y embragues de siempre.
La visión desde Recambios Colón
Desde el punto de vista de una empresa de recambios, la prórroga no es un problema, es una oportunidad:
La enorme base de vehículos de combustión que ya circulan seguirá necesitando mantenimiento:
Aceites, filtros, correas, bombas de agua, embragues, frenos…
Piezas de motor y todos esos “imprevistos” que un coche con años siempre acaba sacando.
Los motores que se sigan fabricando dentro del nuevo marco serán más eficientes y complejos, lo que hará aún más importante contar con recambios de calidad y buen asesoramiento técnico.
Por eso el mensaje clave es claro:
Seguirá habiendo recambios para motores de combustión durante muchos años, y alguien tendrá que conocerlos bien.
Ahí es donde entra en juego un especialista en recambios como Recambios Colón: ayudando tanto al conductor particular como al dueño de taller a encontrar la pieza correcta, al precio adecuado y con la información técnica necesaria.
En resumen
Si eres conductor:
Puedes planificar la vida de tu coche con calma, cuidarlo y hacer su mantenimiento sin miedo a que se quede “huérfano” de piezas en cuatro días.
Cuando llegue el momento de cambiar de vehículo, decidirás entre combustión, híbrido o eléctrico por uso real y presupuesto, no solo por titulares.
Si tienes un taller:
Vas a seguir reparando motores de combustión muchos años, mientras poco a poco incorporarás servicios para híbridos y eléctricos.
Contar con un proveedor sólido de recambios se vuelve aún más estratégico, porque el parque será más diverso y la logística de piezas, más compleja.